Mientras Escocia explora espacios de inyección seguros para los adictos, Toronto sigue a Vancouver y al estado de Oregón al tratar de legalizar el transporte de pequeñas cantidades de heroína, fentanilo y otras drogas para uso personal.
El programa de consumo supervisado de drogas en la prisión de Drumheller, de Canadá, funciona desde junio de 2019 y sigue siendo el único que opera en Canadá y en todo el mundo.