Quien toma una pastilla no sabe qué mete en su cuerpo. No tiene forma de comprobar si una píldora es éxtasis o no o si proporciona una dosis mínima, sin apenas efectos, o enorme, capaz de llevarle al hospital.
Un estudio que publica el último "Journal of the American Medical Association" (JAMA) ha detectado que, a medida que aumenta el tiempo de consumo de esta droga, se incrementan también los daños cognitivos: "falla" la memoria y la capacidad de atención.
Desde que irrumpiera en España en la pasada década, el éxtasis ha dejado ya 10 víctimas mortales. Una cifra alarmante habida cuenta de que el consumo de esta droga se ha incrementado en los últimos años, especialmente entre los adolescentes, que desconocen el riesgo que corren.