¿Sabemos cómo hay que beber? ¿Llevamos la cuenta de lo que hemos tomado? ¿Apuramos las copas para volver a llenar? ¿Seguimos bebiendo después porque siempre queda la espuela? ¿La última copa siempre es la penúltima?...
Las leyes antitabaco y las campañas educativas contribuyen a "limpiar" el aire que respiramos. Esta es la conclusión de un estudio que publica el número de mayo del "American Journal of Public Health", que ha observado el impacto de estas medidas en California (EEUU), donde el número de lugares de trabajo libres de tabaco se ha triplicado en una década.
El motivo es el alto porcentaje de toxicómanos que existen en las prisiones. Trasladará la investigación terapéutica si los resultados del PEPSA son positivos.