Dejar de fumar aparece año tras año encabezando la lista de buenas intenciones para los días venideros, pero este propósito cae con frecuencia en saco roto.
La Federación Comarcal de Coordinadoras contra las drogas, "Alternativas", despidió el año con un balance muy positivo. Los programas de prevención orientados a niños y jóvenes y los planes formativos en escuelas y talleres formaron parte de sus objetivos para alcanzar la máxima rentabilidad social.
Además de los conocidos efectos de la cocaína sobre el cerebro de quienes la consumen, esta sustancia parece "morder la mano que la alimenta", es decir, daña los mecanismos cerebrales responsables de que la droga produzca placer.
Los programas de educación para la vida están muy bien, claro, pero estos deben basarse en sus necesidades reales y no en los adultocentrismos que como sociedad seguimos transmitiendo
«La política antidrogas no es para detener la cocaína que llega a los Estados Unidos. La política antidrogas es para dominar los pueblos del sur en general, no mira la droga, mira el poder y la dominación»