Buscar sensaciones fuertes es algo inherente a la propia naturaleza, sobre todo en algunas etapas de nuestra vida. Los adolescentes, por ejemplo, se embarcan en muchas aventuras de alto riesgo que aceleran su motivación de una manera explosiva e incendiaria.
Los motores que motivan el comportamiento humano son los encargados de hacernos sentir apetitos y deseos consiguiendo que toda nuestra energía se dirija incondicionalmente a cubrirlos cuanto antes.
Estarán conmigo que la sustancia adictiva más poderosa a nivel mundial es el alcohol, la bebida de la concordia, de las celebraciones importantes, del...
Lo que llamamos civilización ha conseguido que aumente considerablemente la posibilidad de que los seres humanos nos convirtamos en auténticos hedonistas convencidos. De hecho...