Dejar de fumar no es una tarea fácil ya que estamos hablando de una adicción. El fumador sabe que es un adicto, igual que sabe que el tabaco es perjudicial para su salud y para la salud de los que le rodean. De hecho, la mayoría de los fumadores se ha planteado dejarlo en alguna ocasión pero no ha encontrado la forma, el momento o el apoyo más adecuado.
El lobby de las bebidas alcohólicas ha conseguido evitar hasta en cuatro ocasiones la publicación de una ley antialcohol en España que mejoraría notablemente la Salud Pública.
Los profesionales de la salud deberían abordar el estigma internalizado de esta población para reducir los riesgos y daños asociados al consumo de sustancias y mejorar su compromiso con la atención del VIH
La Asociación Española Contra El Cáncer (AECC), el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) han pedido al Gobierno ampliar los espacios sin humo, incrementar el precio del tabaco y proteger a los menores.
Casi el 40 por ciento (38,2%) de los fumadores no permitiría fumar en las terrazas ante la evidencia de que la Covid-19 se transmite por los aerosoles, según los datos de la encuesta anual sobre tabaquismo Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), publicados en el marco de la Semana Sin Humo 2021, y que en esta edición ha contado con la participación de 5.426 personas.
Cuando trabajaba en la universidad poca gente estaba dispuesta a hablar de cannabis y la actitud general era que el cannabis debía estar fuera de las universidades. En realidad, es un despropósito, porque nada es tan dañino como el alcohol.
Un estudio observacional, transversal y multicéntrico realizado en España concluye los fumadores corren un riesgo mayor de sufrir accidentes de tráfico mientras conducen, por la distracción que supone encender un cigarrillo durante la conducción: hasta 4,1 segundos de media se requieren para encender un cigarro, a 100 km/h, se recorren 113 metros, sin apenas mirar a la carretera e impidiendo llevar las dos manos en el volante.
La pandemia de la COVID-19 ha tenido un impacto relevante en la dependencia de los fumadores y en su motivación de dejar el tabaco, según confirman algunos de los últimos datos oficiales publicados de los que se hace eco la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), que advierte de que el porcentaje de fumadores con dependencia alta al tabaco se triplicó durante los meses de confinamiento.