El gobierno brasileño propondrá al Congreso aumentar drásticamente las restricciones a los fumadores, así como aumentar los impuestos que inciden sobre cigarrillos y otros productos derivados del tabaco, según ha anunciado el ministro de Salud, José Gomes Temporao.
Según el ministro, las medidas incluyen la eliminación de las áreas destinadas a fumadores (conocidas en Brasil como «fumódromos») en lugares cerrados como restaurantes, bares, oficinas y hasta en el mismo Congreso Nacional. El uso de cigarrillos quedaría asimismo restringido a las calles.
«Esas áreas no tienen la más mínima eficacia. No impiden que la gente que pasa por allí aspire sustancias tóxicas», ha explicado Temporao, en una entrevista que publicada en el diario «O Globo».
Temporao ha recordado que países europeos, como Francia, Irlanda e Italia, también han prohibido totalmente el consumo de cigarrillos en lugares cerrados: «Decían que los pubs irlandeses iban a cerrar por la prohibición de fumar allí. Por lo que sé, eso no ha ocurrido».
El ministro agregó que el proyecto gubernamental, que será elevado al Congreso hasta el final de este mes, contemplará además un impuesto adicional sobre productos derivados del tabaco.
«El cigarrillo brasileño está entre los más baratos del mundo. Uno consigue comprar un paquete por dos reales (unos 80 céntimos de euro). Hay un debate en el seno del gobierno para aumentar el precio de ese producto, no sólo para reducir el consumo, sino también para asegurar un ingreso adicional para acciones de prevención y tratamiento de las enfermedades relacionadas al consumo (de tabaco)», aclaró.
Según los cálculos gubernamentales, unos 44 millones de los casi 190 millones de brasileños son fumadores, y unas 200.000 personas mueren todos los años en el país por causas vinculadas al uso de tabaco.
