Las nuevas tragaperras no hacen ruidos de monedas ni se encuentran en los bares, se esconden dentro de los videojuegos. Son las conocidas como loot boxes, cajas digitales que prometen premios al azar a cambio de dinero real, y que se están convirtiendo en los casinos de la generación Z.
Muchos de los videojuegos más populares, sobre todo aquellos con modo en línea, han incorporado las loot boxes o cajas botín como una parte central de su modelo de negocio. Por ejemplo, en EA FC 25 (anteriormente FIFA) los jugadores pueden comprar sobres sorpresa que contienen futbolistas al azar, lo que incentiva las compras con el fin de conseguir a las estrellas de los equipos. Otros juegos utilizan un sistema similar ofreciendo cajas con aspectos, ropa o gestos para los personajes.



