El relato oficial estadounidense sobre la epidemia de opioides, que vive una nueva ola con el fentanilo, se ha construido diligentemente sobre la búsqueda de chivos expiatorios externos.
Las semillas de su peor crisis de salud pública en décadas fueron plantadas, cultivadas y cosechadas dentro de las propias fronteras de Estados Unidos por actores domésticos que operaron bajo el amparo de la codicia corporativa y la mirada negligente –o cómplice– de las instituciones.
La sociedad que medicalizó el dolor ahora criminaliza su alivio
Se estima que 80 mil 391 personas murieron por sobredosis de drogas en 2024, una caída de 27% con respecto a las 110 mil 35 muertes registradas el año anterior y el nivel más bajo desde 2019. Los decesos por fentanilo pasaron de aproximadamente 76 mil en 2023 a 48 mil 422 el año pasado, siempre por encima de la mitad de los casos.