Bebidas energéticas

Descripción

Las bebidas energéticas son productos que contienen una mezcla de ingredientes diseñados para aumentar la energía, el estado de alerta y la concentración. Los componentes principales suelen incluir cafeína, azúcar, taurina, vitaminas B, y otros ingredientes como guaraná y ginseng. Están comercializadas principalmente como un impulso rápido de energía y son populares entre personas que necesitan mantenerse despiertas o mejorar su rendimiento físico y mental.

Además de su uso como herramienta para mejorar el rendimiento físico o mental, las bebidas energéticas también se han vuelto populares en contextos recreativos, especialmente en entornos sociales como fiestas y eventos nocturnos. En este contexto, se consumen principalmente por sus efectos estimulantes y su capacidad de mantener a las personas activas y alertas durante largos periodos de tiempo.

Las empresas que las distribuyen utilizan una publicidad muy agresiva enfocada a menores y jóvenes, a través de redes sociales y vinculándolas a deportes principalmente de riesgo. Como resultado, los principales consumidores son hombres jóvenes.

Cómo se Usan

Las bebidas energéticas generalmente se consumen directamente en su forma líquida, tal y como se presentan en latas o botellas. Se suelen tomar:

  • Antes de actividades físicas intensas: para aumentar el rendimiento y la resistencia.
  • Durante periodos de estudio o trabajo: para mejorar la concentración y combatir la fatiga.
  • Como sustituto del café: por su contenido de cafeína y su efecto estimulante rápido.

Uso Recreativo

  • Mezcla con alcohol: una de las formas más comunes de las bebidas energéticas es combinarlas con alcohol. Esta mezcla es atractiva porque las bebidas energéticas pueden reducir la sensación de fatiga que produce el alcohol, permitiendo a los usuarios sentirse más despiertos y activos a pesar de estar bebiendo.
  • Antes o durante fiestas: muchas personas consumen bebidas energéticas antes de salir de fiesta o durante eventos nocturnos, como conciertos o festivales, con el objetivo de mantenerse alertas, aumentar la energía y prolongar la diversión.

La cantidad consumida varía según las necesidades de energía de la persona, aunque se recomienda no exceder una o dos latas por día, dependiendo de la cantidad de cafeína que contengan.

Efectos

Efectos Deseados

  1. Estimulación y aumento de energía: se nota una sensación de energía elevada, lo que permite mantenerse despierto y activo durante periodos prolongados.
  2. Mejora en el rendimiento físico y mental: Muchos usuarios experimentan mayor resistencia física y concentración.
  3. Combate de la fatiga: las bebidas energéticas son efectivas para mantenerse despierto y activo durante períodos prolongados.
  4. Contrarresta el efecto sedante del alcohol: al combinarse con alcohol, las bebidas energéticas pueden hacer que las personas sientan menos los efectos de embriaguez, lo que puede llevar a una mayor desinhibición y energía.
  5. Mayor interacción social: el aumento de energía y alerta puede facilitar la interacción social y mejorar la experiencia en entornos festivos.

Efectos negativos

    1. Subestimación de los efectos del alcohol: cuando se combinan con alcohol, las bebidas energéticas pueden enmascarar los efectos sedantes del alcohol. Esto puede llevar a las personas a beber más de lo que harían normalmente, aumentando el riesgo de intoxicación alcohólica, accidentes o comportamientos de riesgo.
    2. Aumento del riesgo cardiovascular: la combinación de alcohol y bebidas energéticas puede sobrecargar el sistema cardiovascular, especialmente en situaciones de estrés físico (bailar por periodos prolongados, por ejemplo).
    3. Deshidratación: en contextos recreativos como fiestas o eventos deportivos, el consumo de bebidas energéticas, puede aumentar la deshidratación. Esto es particularmente preocupante en ambientes calurosos o cuando se hace ejercicio sin la hidratación adecuada.
    4. Insomnio y ansiedad: el consumo excesivo de bebidas energéticas puede llevar a dificultades para dormir, nerviosismo, y ansiedad prolongada.
    5. Sobrecarga de estimulantes: el uso recreativo suele llevar al consumo de varias bebidas energéticas en un corto periodo de tiempo, lo que puede resultar en una ingesta peligrosa de cafeína. El exceso de cafeína puede provocar efectos negativos como nerviosismo, palpitaciones, mareos, náuseas y, en casos graves, intoxicación por cafeína.
    6. Problemas Digestivos: El alto contenido de azúcar y algunos de los ingredientes pueden causar malestar estomacal o diarrea.
  • Dependencia: El consumo regular de bebidas energéticas puede llevar a una dependencia psicológica para mantenerse alerta.

Reducción de riesgos y daños

  1. Controlar la cantidad de consumo: Es importante limitar el consumo diario de bebidas energéticas, ya que la cafeína en exceso puede tener efectos graves sobre la salud. La cantidad recomendada de cafeína diaria para adultos es de aproximadamente 400 mg, y muchas bebidas energéticas contienen entre 80 mg y 200 mg por lata.
  2. Evitar el consumo con otras fuentes de cafeína: No se deben combinar bebidas energéticas con otras bebidas ricas en cafeína como café, té o refrescos. La combinación puede llevar a una ingesta excesiva de cafeína que afecta al sistema nervioso.
  3. No mezclar con alcohol: mezclar bebidas energéticas con alcohol es una práctica común pero peligrosa, ya que el efecto estimulante de la bebida energética puede enmascarar la intoxicación alcohólica, lo que lleva a un mayor riesgo de consumo excesivo de alcohol y comportamientos de riesgo.
  4. Mantener una buena hidratación: el consumo de bebidas energéticas, especialmente durante el ejercicio, debe acompañarse de suficiente agua para prevenir la deshidratación.
  5. Evitar en personas con problemas cardiovasculares o hipertensión: las personas con condiciones como hipertensión o problemas cardíacos deben evitar las bebidas energéticas, ya que el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial puede agravar su condición.
  6. No consumir de forma regular: usar bebidas energéticas ocasionalmente y no como una fuente diaria de energía es fundamental para evitar dependencia y efectos negativos a largo plazo.

Legislación

La legislación vigente no define expresamente el término «bebida energética».

A nivel europeo:

  • Etiquetado: Según el Reglamento (UE) 1169/2011, las bebidas energéticas deben incluir la advertencia «Contenido elevado de cafeína. No recomendado para niños, mujeres embarazadas o en lactancia», además de la cantidad de cafeína por 100 ml.
  • Aditivos alimentarios: El Reglamento (CE) 1333/2008, en su epígrafe sobre bebidas aromatizadas, menciona las «bebidas energéticas».

En España:

  • El Real Decreto 650/2011 clasifica las bebidas energéticas como «Otras bebidas refrescantes» y permite la cafeína, siempre que no superen el 0,5% de alcohol.

En otros Estados miembros:

  • Algunos países de la UE (como Alemania y Suiza) tienen regulaciones específicas para las bebidas energéticas, mientras que otros, como Austria, establecen principios sobre su composición. También existen normativas sobre el enriquecimiento con vitaminas y otras sustancias en países como Bélgica, Dinamarca y los Países Bajos. Todos los estados miembros aplican las normativas armonizadas de la UE y algunos añaden regulaciones adicionales sobre los ingredientes.

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