Aunque es habitual ver a jóvenes llenando el carrito del supermercado hasta arriba de alcohol, las estadísticas indican que los adolescentes beben menos que sus padres o hermanos mayores. En concreto, en los últimos 12 años el porcentaje de chavales que ha consumido alcohol en los últimos 30 días ha caído del 74% al 56%, al igual que el consumo alguna vez en la vida (que ha pasado del 83,9% al 75,9%) y en los últimos 12 meses (del 81,9% a 73,6%), según la encuesta oficial Estudes, realizada entre estudiantes de 14 a 18 años.
También ha descendido en los últimos el número de jóvenes que se emborrachan o que hace consumos de riesgo denominados por los expertos ‘binge drinking’, que consiste en tomar cinco o más bebidas alcohólicas en dos horas. Ahora bien, más de la mitad admiten que han bebido en el último mes y en la serie histórica que refleja la encuesta, desde 1994, hay algunos momentos que el consumo ha sido similar al actual, aunque se aprecia cierta tendencia al descenso.