La adicción a las pantallas es una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento de Barcelona en lo que se refiere a la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes. Por eso, en la ampliación del plan de salud mental de la ciudad, un proyecto «pionero» iniciado en 2016, introducirá medidas para educar sobre su uso y frenar las adicciones que se perciben de forma especial entre la población más joven.
Según la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), en 2021 los adolescentes de entre 13 y 17 años pasaban de media ocho horas al día frente a una pantalla, y el 77% no tenían ningún límite de tiempo en el uso del móvil.
El objetivo del Ayuntamiento es «la protección de la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes ante la exposición al espacio digital» en un contexto en el que los indicadores de malestar emocional han empeorado considerablemente, especialmente en esta franja de edad.