Escocia debería introducir «salas de consumo seguras» para abordar un número récord de muertes por drogas, han afirmado las profesionales de la sanidad.
El Royal College of Physicians of Edinburgh (RCPE) quiere que los gobiernos de Escocia y Reino Unido consideren seriamente la despenalización de la posesión de drogas.
Más de 1.200 personas murieron por el uso indebido de drogas en Escocia en 2019.
La primera ministra Nicola Sturgeon ha aceptado que su gobierno «debería haber hecho más» para abordar el problema.
Ha prometido 250 millones de libras esterlinas adicionales durante el próximo mandato en Holyrood para hacer frente a la «desgracia nacional» de las muertes relacionadas con las drogas.
Un informe de la RCPE, basado en presentaciones de destacados expertos, destaca un «impasse» entre Westminster y Holyrood sobre la política de drogas.
La respuesta por parte de las profesionales: «deben evitar usar las muertes relacionadas con las drogas como un fútbol político».
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