Un estudio realizado por los sociólogos Amando e Iñaki de Miguel patrocinado por la Fundación Alcohol y Sociedad y publicado por el CIS pone de manifiesto que dos tercios de la población «bebe»: el 29 por ciento lo hace regularmente, el 39 por ciento son bebedores ocasionales y el 32 por ciento son abstemios. Además el 20 por ciento del total de los encuestados reconoce que «abusa» del alcohol.
Durante la presentación del informe, la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid por el PP, Esperanza Aguirre, apeló a la responsabilidad de los padres y se mostró decidida, en el caso de ganar las elecciones, a evitar que los jóvenes sigan considerando el alcohol como «la fórmula» de divertirse.
Según explicó Amando de Miguel, el fenómeno del alcohol en España es «muy complejo» y tiene muchas aristas ya que su consumo está «muy arraigado» en la sociedad. De hecho, según sus datos, tres de cada diez españoles van al bar «todos los días», -a tomar café o a lo que sea-, aclaró. Sin embargo, el hecho de que en España haya más bares que en toda Europa -300.000- sí toma el pulso a la cultura española hacia el alcohol como fenómeno social.
El libro «Saber beber, saber vivir», que recoge los resultados de 1.584 entrevistas telefónicas a personas mayores de 18 años, refleja que ocho de cada diez entrevistados aseguran «saber beber», algo que según De Miguel hay que interpretar «con cuidado», aunque pone de manifiesto que los españoles valoran el control sobre el alcohol. «Hay una condena muy fuerte hacia el alcohólico no porque sea violento, sino por no saber beber», explicó.
Sobre este particular, De Miguel explicó que el 20 por ciento de los encuestados reconoce que abusa del alcohol, «aunque sea de vez en cuando». El informe recoge que el consumo de vino, cerveza y destilados es mucho más frecuente durante los fines de semana, un desfase que se hace especialmente notable entre los jóvenes.
El libro recoge que desde los años 80 hasta ahora el consumo juvenil de vino permanece más o menos estable aunque se ha generalizado mucho el de cerveza y destilados por parte de los jóvenes durante el fin de semana.
SIN BOTELLON «POR PRINCIPIOS»
La encuesta pone de manifiesto que el 35 por ciento de la población es partidaria de prohibir el «botellón», la fórmula más habitual de consumo juvenil de fin de semana, «por principios» y no por el ruido. Los autores ponen en cuestión en el libro esta premisa argumentando que es difícil ponerla en práctica.
En su opinión, si los jóvenes tuvieran algo que hacer por la mañana, como tareas domésticas o una obligación de estudios, se acabaría el «botellón», como de hecho sucede con los jóvenes que se emancipan o que siguen una carrera exigente.
Siguiendo ese mismo razonamiento, consideran «falaz» el argumento de que los jóvenes beben porque no tienen otras alternativas de ocio porque «nunca han tenido tantas oportunidades de ocio como ahora» y califican de «absurdo» que las instalaciones deportivas tengan que estar abiertas a las tres de la mañana en lugar de promover que el joven las use por la mañana.
El estudio también refleja que el 35 por ciento de los encuestados está a favor de prohibir totalmente el consumo de alcohol si se va a conducir, lo que implica endurecer la ley. No obstante, De Miguel matizó este dato explicando que hay un diez por ciento que independiente de lo que se vaya a prohibir, está de acuerdo. Sin embargo, sí propuso que los jóvenes vayan rotando turnos en su pandilla de manera que cada día uno se responsabilice de no beber y llevar al resto a su casa. «De esta forma se salvarían muchas vidas», dijo.
PAPEL DE LOS PADRES
Sobre el consumo de alcohol entre los jóvenes también habló la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que, independientemente del papel de las administraciones públicas, apeló a la responsabilidad de los padres para frenar el consumo de alcohol así como su papel en la edad a la que los niños comienzan a beber.
«Nuestra mayor preocupación en este momento es el peso creciente que tiene entre los jóvenes el uso del alcohol para divertirse», dijo. Por eso, de llegar a la presidencia de la Comunidad de Madrid y ante un problema que «considera muy complejo», se mostró partidaria de evitar que los jóvenes sigan considerando el alcohol «la vía para divertirse», algo que habría que abordar a través de la educación de los propios jóvenes, de los padres, para saber lo que pasan.
«Toda la sociedad, poderes públicos, padres y maestros, debemos concienciarnos que el abuso del alcohol en chicos que comienzan a beber con 11 ó 12 años es algo intolerable», concluyó.