El Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías tiene como misión producir una visión integrada del consumo de drogas, los problemas asociados y las respuestas puestas en marcha frente a ellos, a nivel de la Unión Europea. El Departamento de Epidemiología en colaboración con las instituciones nacionales asociadas al Observatorio (los Puntos Focales) produce cada año una visión global de la situación epidemiológica del consumo. Aquí se presenta un breve resumen de los últimos resultados. La presentación se centra en el consumo de drogas entre la población general, la estimación del consumo problemático y algunas de las consecuencias más graves del consumo desde el punto de vista de la salud publica. Intentar dar una visión europea en un espacio tan breve obliga muchas veces a utilizar términos muy generales, que abarquen las grandes tendencias comunes.
Las encuestas domiciliarias permiten estimar la extensión y características del consumo de drogas entre la población general, especialmente de las substancias que tienen un uso relativamente extendido, como el canabis, mientras que sus posibilidades son más limitadas respecto a las formas de uso mas marginalizadas, como la heroína.
A pesar de las variaciones nacionales, se pueden identificar algunos patrones comunes en los once países de la Unión Europea donde se han realizado encuestas poblacionales.
1. El canabis es claramente la droga ilegal más utilizada, mientras que el consumo de otras drogas es mucho menor. Entre la población adulta, la experiencia con canabis a lo largo de la vida oscila entre el 10% (Finlandia) a el 20-30% de Dinamarca, Reino Unido y España, mientras que las anfetaminas han sido experimentadas por entre el 1% y el 4% de los adultos, según los países, y la cocaína entre el 1% y el 3%.
2. Entre la población general, el consumo de drogas parece ser ocasional o intermitente en la mayoría de los casos. Así, en todos los países, la prevalencia de consumo de canabis en los últimos doce meses es mucho más baja que la prevalencia a lo largo de toda la vida, variando entre el 1% y el 9% (en la mayoría de países entre el 3% y 7%). El uso reciente de otras substancias diferentes del canabis es generalmente muy bajo, generalmente menos del 1 %.
3. Otra característica general del consumo de drogas, es que este se concentra significativamente entre los adultos jóvenes (de los 20 a 35 años). En este grupo, la prevalencia de consumo a lo largo de la vida y en el último año es muchos casos casi el doble que entre el conjunto de adultos.
Como tendencia general se puede decir que, en la Unión Europea, el uso de canabis se ha popularizado en gran medida durante los años noventa. Aunque todavía existen diferencias importantes entre países, estas pueden estar reduciéndose; en varios países que presentaban una elevada prevalencia, esta parece haberse estabilizado en los últimos años mientras que el ascenso parece continuar en los países que partían de bajas prevalencias a comienzos de la década.
La aparición de nuevos modelos de consumo de drogas ha sido un fenómeno destacado de los últimos años, especialmente las llamadas «drogas de diseño». Durante los años 90 el consumo de éxtasis (MDMA) y substancias similares se ha extendido notablemente en la mayoría de los países europeos, especialmente entre ciertos ambientes juveniles. Las encuestas indican que entre un 0.5% a un 3% de todos los adultos declaran haberlo probado, aunque este método probablemente no sea el mejor para monitorizar nuevas tendencias de drogas. A pesar de la extensión del consumo, el éxtasis no ha aparecido por ahora de forma significativamente en los servicios de tratamiento. También el número de muertes relacionadas directamente con esta substancia ha sido bastante limitado, aunque han causado gran preocupación social. Es posible que los problemas asociados aumenten si se desarrollan los mencionados patrones de consumo crónicos o intensos. Finalmente, hay que señalar que algunos informes recientes de varios países sugieren una estabilización o descenso del consumo de éxtasis, y cierta perdida de su identificación con los fenómenos de moda.
Los «usuarios problemáticos» de drogas (a veces llamados «adictos») son relativamente pocos, pero se asocian a gran parte de los problemas más importantes relacionados con drogas (tratamientos, muertes, enfermedades infecciosas, criminalidad…). Estimar el número de usuarios problemáticos requiere metodologías científicas rigurosas. En la mayoría de los países de la UE, los «usuarios problemáticos» suelen ser usuarios de opiáceos, aunque la definición puede variar de un país a otro. Basado en la extrapolación de varios estudios nacionales, se estima que puede haber entre 1 y 1.5 millones de usuarios problemáticos entre los 375 millones de habitantes de la Unión Europea, lo que significa una tasa de 0.3-0.4 por mil habitantes. En términos generales esta prevalencia parece haberse estabilizado en muchos países, aunque continúan apareciendo nuevos casos.
Las admisiones a tratamiento por drogas se utilizan como un indicador de las tendencias en la prevalencia y de las características de los usuarios problemáticos en la comunidad. La mayoría de los tratamientos se deben a opiáceos (generalmente heroína). La cocaína se considera la droga principal generalmente en menos del 10% de los casos y el canabis generalmente entre el 2% al 10%, aunque con algunas excepciones. En general las anfetaminas, alucinógenos y éxtasis representas solo una pequeña fracción de los casos, aunque en algunos países escandinavos las anfetaminas aparecen como la droga principal en muchos casos. La proporción inyectores, especialmente entre los tratados por opiáceos, varía mucho entre los distintos países, oscilando entre el 14% de Holanda y más del 80% en Grecia y Luxemburgo.
La proporción de tratamientos por opiáceos parece tender a disminuir, mientras que las proporciones por cocaína y canabis están aumentando, aunque continúan a niveles mucho más bajos que las de opiáceos. En el caso del canabis habría que aclarar factores tales como el uso de otras drogas o alcohol y la posible influencia de prácticas como la alternativa entre sanciones administrativas y tratamiento. En el caso de la cocaína, se debe vigilar la evolución del fenómeno especialmente entre los casos tratados por primera vez. También parece haber una disminución progresiva de la proporción de casos de inyectores, aunque en los países proporciones más altas la disminución es poco marcada.
Actualmente se registran entre 6.000 y 7.000 casos por año de muertes por «sobredosis» en la Unión Europea, aunque las definiciones son muy diferentes entre diversos países. En la mayoría de casos se encuentran opiáceos en los análisis toxicológicos, aunque frecuentemente asociados a otras substancias. Las muertes directamente relacionadas con drogas (las llamadas «sobredosis») experimentaron un aumento generalizado y marcado en la Unión Europea entre finales de los años 80 y los primeros 90. Posteriormente se ha comenzado a observar una disminución del número de muertes en muchos países, en algunos casos de forma marcada. Las razones de esta disminución pueden estar relacionas con la estabilización de la prevalencia, el cambio de vía de consumo, o también la mayor disponibilidad de tratamiento, y especialmente la expansión de los programas de substitución.
Las enfermedades infecciosas son otras de las consecuencias mas importantes del uso de drogas, especialmente la infección por el virus VIH y los virus de la hepatitis B y C. La prevalencia de la infección por VIH entre los usuarios de drogas presenta importantes diferencias entre los países de la Unión Europea, desde el 1% de Inglaterra e Irlanda hasta el 32% en España, aunque en muchos países se dan importantes diferencias regionales. La prevalencia de infecciones por hepatitis B y C es también muy alta. La hepatitis B presenta importantes diferencias entre países, mientras que la hepatitis C presenta una alta tasa de infección prácticamente en toda la Unión Europea, indicando que continúan dándose prácticas de riesgo.
Conclusión
Se puede concluir que en Europa el uso experimental de drogas, especialmente canabis, a aumentado de forma apreciable durante los años noventa, aunque en la mayoría de los casos no conduce a formar crónicas de consumo. Han aparecido nuevos modelos de recreacionales de consumo que han alcanzado cierta popularidad, como el éxtasis y substancias similares, aunque la mayor parte de problemas graves por drogas (tratamientos, muertes, Sida) continúan relacionados con un número relativamente pequeño de consumidores problemáticos de el drogas, principalmente de opiáceos.
Fdo.: Julian Vicente
Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías
Lisboa-Portugal