Un estudio realizado por la Secretaría de Gobierno demuestra que el problema del consumo de estupefacientes y la comisión de delitos por parte de los jóvenes tienen su origen en la violencia intrafamiliar, en la exclusión social en los barrios donde residen, en la deserción escolar, en la presión que reciben para cometer delitos, en la necesidad de pertenecer a una barra o parche, en el consumo de sustancias psicoactivas que consiguen en lugares retirados de los colegios, y en el ejemplo que reciben en sus hogares por parte de hermanos y padres con antecedentes penales y de consumo de sustancias psicoactivas.
La secretaria distrital de Gobierno, Gloria Flórez Schneider, señaló que el Distrito intervino más de 100 entornos escolares en los últimos meses logrando reducir significativamente los hechos delictivos contra estudiantes.
Aseveró que con esas intervenciones en los alrededores de los planteles educativos distritales se ha logrado mejorar la seguridad de los estudiantes y reducir la violencia y los conflictos en los entornos escolares.
«Con el programa Entornos Escolares Seguros buscamos controlar los factores de violencia que rodean a los colegios y proteger a niños y adolescentes de los colegios distritales. Este programa involucra a las secretarías de Gobierno y de Educación, los institutos de Cultura y de Recreación, la Policía Metropolitana y de Infancia, y a diferentes entidades distritales», reiteró Flórez Schneider.
Añadió la funcionaria que dicha estrategia se complementa con el programa «Caminos Seguros, que se orienta a despejar de interferencias peligrosas las rutas de las casas al colegio, mediante el trabajo concertado con padres de familia, comerciantes legales y ciudadanía que habita en los sectores aledaños.
Aseguró que gracias al programa «Territorios y Goles en Paz» miembros de las siete principales barras futboleras de la ciudad, no sólo han reducido los niveles de asesinatos y riñas, sino que han encontrado oportunidades laborales y de estudio.
